Las mesas elevables se han convertido en un elemento fundamental en el diseño de oficinas modernas, donde la ergonomía se prioriza para el bienestar y la productividad de los empleados. Estos escritorios permiten a los usuarios alternar entre trabajar sentados y de pie, lo que ofrece una serie de beneficios significativos:
Beneficios ergonómicos de las mesas elevables:
- Mejora la postura: Al permitir ajustar la altura del escritorio, los usuarios pueden encontrar la posición más cómoda y adecuada para su cuerpo, ya sea sentados con la espalda recta y los pies apoyados, o de pie con los hombros relajados. Esto ayuda a prevenir la rigidez y el estrés en la espalda, el cuello y los hombros.
- Reduce el sedentarismo: Pasar largas horas sentado se ha asociado con diversos problemas de salud. Las mesas elevables fomentan el movimiento y la actividad física al permitir cambios de postura frecuentes, lo que contribuye a mejorar la circulación sanguínea y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes.
- Aumenta la energía y la concentración: Trabajar de pie durante ciertos periodos puede ayudar a aumentar los niveles de energía y la concentración, ya que mejora el flujo de oxígeno al cerebro y reduce la fatiga.
- Fomenta un entorno de trabajo dinámico: La flexibilidad que ofrecen las mesas elevables permite a los empleados adaptar su espacio de trabajo a sus necesidades y preferencias, lo que puede promover un ambiente más colaborativo y eficiente.
- Mayor bienestar y satisfacción: Al sentirse más cómodos y con mayor control sobre su entorno de trabajo, los empleados que utilizan mesas elevables pueden experimentar un mayor bienestar y satisfacción laboral.
- Adaptabilidad a diferentes usuarios: Las mesas elevables son una excelente opción para personas con diferentes alturas y necesidades, así como para aquellos con discapacidades o movilidad reducida, ya que permiten ajustar la altura para adaptarse a cada usuario.
Tipos de mesas elevables:
Existen principalmente dos tipos de mesas elevables:
- Manuales: Se ajustan mediante una manivela o un sistema de resorte de gas. Suelen ser más económicas, pero el ajuste de altura puede ser más lento y requerir más esfuerzo.
- Eléctricas: Incorporan uno o dos motores que permiten ajustar la altura de forma suave y rápida con solo pulsar un botón. Suelen ser más silenciosas y ofrecen mayor precisión en el ajuste.
Consideraciones al elegir una mesa elevable:
- Rango de altura: Asegurarse de que el rango de ajuste de altura se adapte a las necesidades de todos los posibles usuarios, tanto para trabajar sentados como de pie.
- Estabilidad: Es importante que la mesa sea estable en todas las alturas para evitar movimientos o vibraciones que puedan afectar al trabajo.
- Tamaño de la superficie de trabajo: Elegir un tamaño adecuado para las tareas que se van a realizar y el espacio disponible en la oficina.
- Capacidad de carga: Verificar el peso máximo que la mesa puede soportar, especialmente si se van a colocar varios monitores u otros equipos pesados.
- Mecanismo de ajuste: Considerar la facilidad y la suavidad del sistema de elevación, así como el ruido que pueda generar en el caso de las mesas eléctricas.
- Presupuesto: Los precios de las mesas elevables pueden variar considerablemente según el tipo, las características y la marca.
En resumen, las mesas elevables representan una inversión inteligente para las oficinas que priorizan la ergonomía y el bienestar de sus empleados. Al ofrecer la posibilidad de alternar entre trabajar sentado y de pie, contribuyen a mejorar la salud postural, reducir el sedentarismo, aumentar la productividad y fomentar un entorno de trabajo más dinámico y confortable.