Una reforma de interiores es el proceso de transformar y actualizar los espacios internos de una vivienda o local comercial. El objetivo principal es mejorar la funcionalidad, la estética, la comodidad y, en muchos casos, aumentar el valor del inmueble.
Este tipo de obra puede variar en su alcance, desde cambios menores hasta una renovación completa, e involucra una serie de trabajos y profesionales.
Tipos de reformas de interiores
Se distinguen principalmente dos tipos de reformas, según la magnitud de los cambios:
Reforma parcial: Se centra en áreas específicas de la propiedad, como la cocina, el baño o una habitación. Generalmente no implica cambios estructurales significativos y se enfoca en mejoras estéticas o funcionales en secciones concretas. Es una opción ideal cuando la distribución del espacio ya es óptima y solo se buscan cambios puntuales.
Reforma integral: Implica una remodelación y renovación completa de la propiedad. Este tipo de obra es más profunda y puede incluir:
Cambio de distribución: Derribo de paredes o tabiques para crear nuevos espacios.
Renovación de instalaciones: Actualización completa de la fontanería, electricidad, calefacción y aire acondicionado.
Sustitución de elementos: Renovación de suelos, ventanas, puertas y carpintería en general.
Acabados y decoración: Pintura, alicatados, mobiliario y accesorios finales.
¿Qué incluye una reforma de interiores?
Una reforma de interiores puede abarcar una amplia gama de servicios, que suelen ser coordinados por arquitectos, diseñadores de interiores o empresas de reformas especializadas. Los trabajos más comunes son:
Diseño y planificación: Elaboración de planos detallados y propuesta integral del nuevo espacio.
Demolición y preparación: Retirada de elementos antiguos, derribo de tabiques y desescombro.
Obras de albañilería: Levantamiento de nuevos muros, colocación de pavimentos y revestimientos.
Instalaciones: Renovación de los sistemas eléctricos, de fontanería y climatización para mejorar la seguridad y la eficiencia.
Carpintería: Instalación de puertas, ventanas, armarios y otros elementos de madera.
Acabados: Pintura, colocación de azulejos, estuco y otros revestimientos decorativos.
Interiorismo y decoración: Selección de mobiliario, textiles, iluminación y otros detalles para darle personalidad al espacio.
