Los sistemas de suelos técnicos elevados, también conocidos como sistemas de piso falso o suelos elevados, son estructuras modulares utilizadas en la construcción de espacios interiores, especialmente en edificios comerciales, industriales y en centros de datos. Estos sistemas permiten crear un espacio entre el piso y el suelo real, que puede ser utilizado para alojar cables, conductos de aire, sistemas de fontanería, y otros componentes técnicos necesarios para el funcionamiento del edificio.
Los componentes básicos de un sistema de suelo técnico elevado incluyen:
- Paneles Elevados: Son los módulos que componen el piso falso. Estos paneles son generalmente cuadrados o rectangulares y se colocan sobre soportes ajustables. Pueden estar hechos de diversos materiales, como acero, aluminio, madera o materiales compuestos.
- Soportes Ajustables: Son estructuras que sostienen los paneles elevados a una altura determinada sobre el suelo original. Estos soportes permiten ajustar la altura del piso falso para acomodar diferentes requerimientos de servicios y para nivelar el suelo en caso de irregularidades en la superficie original.
- Vigas y Barras: Se utilizan para conectar los soportes y proporcionar la estructura de soporte para los paneles elevados. Estas vigas y barras pueden variar según el diseño y la carga que deban soportar.
- Espacio Utilizable: El espacio entre el suelo original y el piso elevado se utiliza para alojar cables eléctricos, cables de datos, tuberías de agua, sistemas de calefacción y enfriamiento, entre otros. Esta característica permite una distribución ordenada y eficiente de servicios sin que sean visibles a simple vista.
- Acceso: Los sistemas de suelos técnicos elevados a menudo se diseñan con paneles extraíbles o abatibles, lo que permite un fácil acceso a los sistemas técnicos subyacentes para labores de mantenimiento, reparación o modificación.
- Acabados Superficiales: Los paneles elevados pueden tener una variedad de acabados superficiales, como alfombras, baldosas, laminados, vinilos u otros materiales. Esto ayuda a personalizar el aspecto y la funcionalidad del espacio según las necesidades estéticas y funcionales.
Los sistemas de suelos técnicos elevados ofrecen varias ventajas, como la flexibilidad en la distribución de servicios, la mejora de la eficiencia energética al permitir la circulación del aire debajo del suelo y la facilidad de acceso para el mantenimiento. Son comunes en entornos donde se requiere una infraestructura técnica oculta pero fácilmente accesible, como oficinas, centros de datos, salas de servidores y otras instalaciones comerciales e industriales.