Recuperar la belleza natural de la madera exterior es un proceso que requiere tiempo y los productos adecuados, pero el resultado vale la pena. Aquí te explicamos las claves para devolverle su esplendor:
1. Evaluación y limpieza profunda
Lo primero es evaluar el estado de la madera. Busca signos de moho, hongos, manchas de óxido o grasa, y si la madera está muy deteriorada o «agrisada» por la exposición al sol y la humedad.
Limpieza inicial
Antes de aplicar cualquier tratamiento, la madera debe estar limpia y seca. Puedes usar:
- Agua caliente y jabón neutro: Frota con un cepillo de cerdas suaves y enjuaga con abundante agua limpia. Si la suciedad es persistente, puedes usar una hidrolimpiadora a baja presión, manteniendo una distancia segura para no dañar la madera.
- Vinagre blanco: Para manchas oscuras y difíciles, una solución de agua y vinagre blanco puede ayudar.
- Amoniaco: Para combatir el moho, mezcla un poco de amoniaco con agua tibia y frota con un trapo.
- Productos desgrisantes: Si la madera está «agrisada», los desgrisantes son muy efectivos para devolverle su color original. Se aplican sobre la superficie y actúan en pocos minutos, eliminando la suciedad incrustada y la decoloración. Es importante enjuagar bien después de su uso.
2. Lijado y saneamiento
Una vez limpia, la madera puede necesitar ser lijada para eliminar la capa dañada, el barniz o la pintura vieja, y dejar la superficie lisa y preparada para el nuevo tratamiento.
Pasos para lijar:
- Limpiar la superficie: Asegúrate de que no haya polvo, suciedad o residuos.
- Elegir la lija adecuada:
- Para maderas muy rugosas o con muchas imperfecciones, empieza con una lija de grano grueso (80-100).
- Si la madera está en mejor estado, puedes empezar con una lija de grano medio (150-180).
- Para un acabado más fino, termina con una lija de grano fino (120 o 180-220).
- Lijar en la dirección de la veta: Esto evita rayaduras. Puedes usar un taco de lija para superficies planas y bordes, o una lijadora eléctrica para áreas más grandes.
- Eliminar el polvo: Después de lijar, aspira o cepilla bien para quitar todo el polvo antes de aplicar cualquier producto.
3. Protección y embellecimiento
Una vez que la madera está limpia y lijada, es crucial protegerla de los elementos externos para que su belleza perdure.
Productos protectores:
- Tratamiento fungicida e insecticida: Es fundamental aplicar un producto que proteja la madera de plagas y hongos, especialmente si ha estado muy expuesta a la intemperie. Algunos lasures ya incluyen estas propiedades.
- Lasur: Es uno de los productos más recomendados para madera exterior. Penetra en el poro de la madera, protegiéndola de los rayos UV, la humedad y los cambios de temperatura, sin formar una capa superficial que se descascarille. Permite que la madera transpire y su aplicación no requiere lijado previo en futuras capas (solo limpieza). Hay lasures con color que realzan la veta de la madera o incoloros.
- Aceites para madera (ej. aceite de teca): Nutren la madera en profundidad, aportando humedad y protección. Son ideales para muebles de jardín y maderas exóticas. Deben aplicarse cada 6 meses aproximadamente y no crean una capa superficial, por lo que la madera mantiene un aspecto muy natural.
- Barniz exterior: Crea una capa protectora sobre la madera que la protege de golpes, arañazos y manchas, además de ser resistente al agua y a los rayos UV. Sin embargo, con el tiempo puede descascarillarse y requiere lijado o decapado para aplicar nuevas capas. Hay barnices marinos o especiales para intemperie.
Aplicación del protector:
- Asegúrate de que la madera esté completamente seca antes de aplicar cualquier producto. El tiempo de secado de la madera tratada puede variar, pero generalmente se recomienda esperar varias semanas o incluso meses (dependiendo de la humedad inicial y las condiciones climáticas) para que seque bien antes de sellar o pintar.
- Aplica el producto en capas finas, siguiendo las instrucciones del fabricante y en la dirección de la veta de la madera.
- Aplica al menos dos o tres capas, dejando secar completamente entre cada una.
Mantenimiento regular
Para prolongar la vida y la belleza de la madera exterior, es importante realizar un mantenimiento periódico:
- Limpieza regular: Al menos una o dos veces al año, especialmente en primavera y otoño, limpia la madera con agua y jabón neutro.
- Reaplicación de protectores: Dependiendo del producto y la exposición, es necesario reaplicar lasures, aceites o barnices cada cierto tiempo (generalmente cada 1-2 años para lasures y barnices, o cada 6 meses para aceites).